Florecita.


Te pienso, 
Te pienso y solo generas calma, me conviertes en el aire que represento.
Te pienso,
 Te pienso y me veo volando entre nubes con tu cara divertida saltando entre ellas.
Eres fluidez.

Te veo,
 Te veo y me siento en millones de lugares a la vez, pero contigo.
Te veo,
Te veo, eres el mar sonando en un atardecer, la brisa salada mientras cierras los ojos y te meces en una hamaca.
Eres aventura.

Te siento, 
Te siento y es una mano que sostiene miedos, que aligera cargas aunque no las lleve.
Te siento, 
Te siento y son tus labios firmes, con una sonrisa nerviosa rozando mi rostro.
Eres seguridad.

Te escucho,
Te escucho y suenas al amor de mi vida... al menos a un amor, de alguna vida, quien sabe si la de ahora o la de hace mil años, con otros nombres, con otras formas, con otra voz creando un contrato, donde tu alma con la mía se busquen en la locura sin saberlo, se encuentren y se detenga el tiempo que conocemos.
Te escucho,
Te escucho y es oír al universo expandiéndose a millones de años luz, creando galaxias y estrellas de una manera tan rápida que nosotros seamos solo un mundo cuántico que no se ha explorado a si mismo y a su vez destruyendo planetas, ocasionando caos, explosiones e implosiones que nos convertirán un día en polvo, en átomos entrelazándose para crear nueva vida, un nuevo ciclo.
Eres novedad.

Te huelo,
Te huelo y es oler las flores en tu jardín, el perfume de tu esencia, el tostado de tu piel por el sol tropical, la crema de coco en tu cabello enmarañado por la sal del caribe.
Te huelo,
Te huelo y es afinar mi olfato con cada uno de tus poros expresando tu deseo, es recolectar los labios que te han rozado cada centímetro de tu piel, para borrarlos con mis besos sabor a fresa y limón, para cada vez que te bese, tus moléculas huelan a cítrico, mi favorito.
Eres néctar. 

Te saboreo,
Te saboreo y eres dulce, pero no de dulce que empalaga, sino como de agüita fresca luego de un día de playa y la boca seca.
Te saboreo,
Te saboreo y eres un sabor a familia que me calma y me arrulla. Que me recuerda a un hogar que solo existe en ti, donde mis sentidos no temen, son libres de explorarte sin barreras. 
Eres paz.


Te descubro,
Te descubro y son tus vulnerabilidades permitiéndote ser dulce, inocente, deseando con fuerzas sentir que le protegen, para exteriorizar tu verdadero yo.
Te descubro,
Te descubro y son tus temores como remolinos en el agua queriendo atrapar tus emociones y llevarlas a la profundidad, llevarte a ti a ella, pero tu ¡flotas! Flotas, las sientes con todas tus fuerzas y a la vez de una forma ligera.
Eres temple.


Y mientras tanto yo, 
yo solo busco utilizar todo lo que sé, todas mis herramientas 
para llegar a ti, fusionar mi alma con la tuya
en armonía
Estar en sintonía y formar una estela
de infinitas posibilidades.


mi alma siempre tuya, florecita.


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